Rember Yahuarcani, Lima, 1985

Los dioses que gobiernan al mundo indígena se manifiestan en los seres vivos de la naturaleza, a través de las plantas maestras. Día a día, los abuelos y abuelas del Clan Aymenu, el Clan de la Garza Blanca logran visibilizarlos y obtener conocimientos para realizar sus actividades cotidianas. Entre estas divinidades, Fisido, el hombre picaflor, se deja ver en una oscura noche, lleva en la mano derecha su bastón de mando que mientras camina va tomando forma de serpiente y de peces.

Acrílico sobre lienzo

120 x 70 cm